Primero, dibujamos personajes con diferentes estados de ánimo:
Después, creamos nuestras historias.
Hemos tenido mucho cuidado en que sigan un orden y todas ellas presenten inicio (o introducción), nudo (o desarrollo) y final (o desenlace). No nos hemos olvidado de los diferentes bocadillos y de las onomatopeyas.
Diseñamos unas cubiertas chulas:
Y terminamos, como siempre:
jaja QUé GUAI !!
ResponderEliminarYa les dije que no me hacía responsable de su ortografía ni de las palabrotas de los personajes enfadados...jejeje, son geniales!
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