2 feb 2013

Esto es lo que hemos hecho

Durante la sesión de hoy hemos descubierto que una mancha lo mismo vale para pintar un sombrero que una roca en el desierto. Que la silueta de un rayo se puede transformar en las escaleras de la playa de San Lorenzo. Que un manchurrón de tinta es la cara de un perro salchicha y el cuenco donde se refleja un animalito que tiene sed. Un tiburón se asemeja a un cuchillo y unas grandes cejas azules pueden servirnos, también, para dibujar el cuerpo de un robot.
Ya no hay excusa para mirar al cielo y convertir las siluetas de las nubes en helados o en platillos volantes (y una mancha de salsa en el mantel ya no será motivo de riña en casa, ¡échale imaginación!).
























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